Grupos étnicos frente al estado porfirista
Durante los primeros años del porfiriato (1876-1859) la lucha indígena constituye una continuidad de las rebeliones agrarias de las décadas anteriores, pero ahora destaca por sus dimensiones regionales y por el carácter político de sus demandas.
La tierra siguió siendo el principal motor de los conflictos, pero al crear étnias indígenas alianzas con otros sectores de la sociedad, elaboraron y propusieron proyectos de la nación alternativos a los del gobierno, en búsqueda de una "democracia agraria"